El despertar de la lectura

Ya a una edad temprana comencé a interesarme por la lectura. Tuvieron mucho que ver mis padres, quienes se preocuparon porque me interese leer para poder así ampliar mi vocabulario. Recuerdo cuando tenía 5, 6 años, y leía cuentos de todo tipo. Me fascinaba leer historias de aventuras, y también que me las leyeran.
Más adelante, quizás por el surgimiento de nuevos entretenimientos , o tal vez por simple vagancia, quien sabe, lo cierto es que tuve una brecha en mi vida en donde la lectura pasó a un segundo plano.
Los video juegos, la televisión y otras formas de ocupar mi tiempo fueron apareciendo. Y mi círculo de amistades, no era tampoco un empujón hacia la lectura, ya que ninguno ante la posibilidad de elegir entre un videojuego y un libro dudaba, y se inclinaba por el primero.
Si bien tuve periodos en mi vida en donde leí algún libro de moda, llámese Harry Potter, o el Código Da Vinci, fueron muy esporádicos, y nunca la lectura se convirtió en rutina.
Sin embargo, todo cambió hace ya un año atrás. Empezar una carrera universitaria me cambió en muchos aspectos de la vida, y uno de ellos fue el despertar mi gusto por la lectura, el cual estaba dormido hace ya varios años. Se me viene a la mente una imagen, en el colectivo, de vuelta a casa desde Ciudad Universitaria, allá por marzo del 2009. El regreso era largo, y si no leía o escuchaba música, se tornaba interminable. Por curiosidad, y por conocer algo de la vida del valiente Rodolfo Walsh, decidí comprarme el libro Operación Masacre, sin saber que iba a impactar de manera semejante en mi vida.
Aquel libro me cambió para siempre. Me impacto la forma que tuvo aquel hombre para ,desde un libro, una crónica o una nota periodística, combatir una fuerza tan terrorífica como una dictadura de manera mucho más efectiva que con una granada, o un fusil. Y decidí que, aunque quizás no lo logré jamás, por lo menos lo voy a intentar.
Además, ese libro me impulsó a leer más, a informarme más. Y al mismo tiempo que leía para informarme, comenzé a leer por simple gusto. Ya la lectura es algo de lo cual no puedo despegarme. Leí más de Walsh, acerca del Mayo Francés, la Patagonia Rebelde pero también leí Benedetti, Capote, Oé, Arlt, King.
La lectura me atrapa tanto que, muchas veces privilegio un buen libro antes que una lectura que me obligan a leer para un examen. Quizás ese es el único aspecto negativo que le encuentro. Aunque habría que ver hasta que punto, tal vez no es tan malo.