martes, 13 de abril de 2010

Diario de un detective: El caso Lucas


29 de marzo de 2010.

¿Quién era el asesino que cometió aquel atroz crimen? Esa pregunta deambulaba por mi cabeza aquella noche de otoño. Me carcomía la mente, no me dejaba en paz. Las pistas desfilaban en mi cerebro cual proyección, una tras otra, sin parar. Ya hacía más de tres meses que este caso había llegado a mi despacho, y la verdad que el abanico de posibles culpables me parecía y me sigue pareciendo infinito. Aquel crimen había sido un verdadero fusilamiento. Veinte disparos de fal terminaron con la vida de la víctima. Un joven obrero de fabrica llamado Claudio. Fue fríamente asesinado una noche cálida de diciembre. Lo más extraño es que, no fue un homicidio corriente. Al comenzar a investigar, descubrí que aquel joven no era, lo que podríamos llamar, un buen muchacho. Andaba en asuntos turbios. Los excesos y la noche, se mantenían a la orden el día. El sol brillante que le indicaba que el fin de semana terminaba, sin embargo no impedía que cumpla con su trabajo. Según varias fuentes que recopilé, su grupo de amigos era duro, algunos de ellos metidos en la delincuencia. Su situación económica no era la ideal. Y a pesar de todo, el poco dinero que juntaba ensamblando motores o soldando piezas, lo despilfarraba por las noches sin vacilar. ¿Qué quien querría matar a un pobre infeliz que llevaba una vida así? Pues, aunque parezca difícil de creer, varios. Y eso es lo que me ha mantenido intranquilo este tiempo. Me ha presentado al insomnio ¿Como un tipo así podía tener tantos enemigos? Era algo que no lograba cerrarme. Por empezar, Mario, su jefe, detestaba cada vez que llegaba por las mañanas con un olor a alcohol insoportable. Te voy a matar si seguís llegando así pibe! Le vociferaba todas las semanas. Él se lo tomaba en broma, como lo habría hecho cualquiera. Quién iba a imaginarse lo que el destino le depararía.
Su ex novia, Clara, lo odiaba ya que jamás le pasó un peso para su hijo, Matías. Ni hablar de reconocerlo. Sus prioridades en la vida eran otras. Muchas pistas me hicieron pensar en que todos los caminos conducían a que ella era la asesina. Sin embargo, en estas últimas noches de insomnio y cigarrillos, mi mente comenzó a apuntar hacia otro sospechoso. Este era su mejor amigo, Lucas.
Toda la vida acompañó a Claudio en sus noches de locura, sin importar las consecuencias. Cuando terminaba en muy mal estado, era él quien lo guiaba hasta la parada del colectivo que lo dejaba en la puerta de su trabajo. O era él, quien se andaba preocupando por que llegara sano y salvo a su casa en el barrio de Flores. Nadie entendió entonces, si su relación era tan próxima, por qué razón Lucas no fue a su funeral.
Tengo un par de teorías sobre eso. Aunque muchos no me creen. Otro piensan que estoy errado, que su ex novia fue la asesina y que no hay dudas acerca de eso. Lo cierto es que por alguna razón la policía me encomendó este caso a mí. Porque sabe que como detective he fallado muy pocas veces, y esa fama me impide renunciar. Por lo pronto, el cielo esta muy oscuro, son las cuatro de la mañana, y la pregunta aún no se ha ido. Veremos que sucede esta semana.


3 de abril de 2010.

Las teorías acerca del asesinato de Claudio se van reduciendo. Las posibilidades ya son menos. La ex novia esta descartada. Logró inventarse un supuesto viaje al Uruguay que le brindó la coartada perfecta. Igualmente, no me preocupa la mentira, un sexto sentido me dice que ella no es la culpable.
Por otra parte, ya sabemos que Mario nunca podría haber sido. Al realizarle pruebas psicofísicas llegamos a la conclusión de que le habría sido imposible disparar un fal. Sufre una enfermedad deformante en las manos que le dificulta apretar o accionar mecanismos. Se ve que tantos años trabajando con maquinas le dejaron secuelas. Mis colegas no descartan que él no haya sido el autor material, pero que haya encomendado la muerte de Claudio a un tercero. Sin embargo, ignoro esas versiones. Confío en mi experiencia, y es quien me termina inclinando hacia una incógnita mucho más grande. Aquel interrogante tenía nombre propio: Lucas.

15 de abril de 2010.

Hace muchos días que no escribo, y sin dudas no es por una decisión propia. Muchas cosas me han sucedido en el transcurso de los días, y trataré de ser lo más breve y conciso posible para detallarlas una a una. Mis supuestos eran correctos: Lucas era el asesino de Claudio. Pero ¿Cómo he llegado a esta conclusión? El primer hecho que me hizo sospechar de él, como ya he mencionado, fue su ausencia al funeral de su mejor amigo. Pero hace muy pocos días, otra cosa me había desorientado aun más. Lucas había ido en reiteradas oportunidades a visitar a la madre de Claudio, y se había quedado horas ahí. La madre de Claudio era una mujer joven, aunque daba esa expresión de que la vida le había pasado por encima cual topadora. Sin embargo, se conservaba plena, dentro de lo que su angustia le permitía. Según mis datos, nunca se llevaron bien. Sí esto era así, ¿Por qué ahora, luego de la muerte de su hijo, la relación había cambiado de manera tan drástica?
La respuesta la hallé al instalar una cámara oculta en su casa. Mis ojos no podían creer lo que observaban. La madre de Claudio y Lucas, su mejor amigo, besándose de manera desenfrenada. Teniendo relaciones. Me repugnó, me pareció perverso, la idea de intimar con la madre de mi mejor amigo me pareció tétrica, pero por fin comprendí todo. Lucas siempre quiso a Claudio, pero el amor que sentía por su madre era mayor. Siempre había estado allí, reprimido, escondido, incapaz de manifestarse. Solo había una forma de expresarlo, pensó Lucas. Sacándose de encima a su mejor amigo.
No fue difícil encontrar el fusil fal enterrado en el jardín de su casa. Fue más fácil aún esposarlo y llevarlo a la comisaría ese mismo día. El insomnio por fin se fue. El alivio volvió a mi cama. Ahora pienso descansar por un largo tiempo de la vida del detective. Escaparme hacia algún lugar lejano y descansar, no importa dónde. Quien sabe lo que la vida me encomiende. Quizás un bello bosque en Misiones, o un banco de plaza en Parque Chacabuco.



Les dejo mi texto terminado. Más vale tarde que nunca, perdón por la demora, es que fui elaborando la trama de la historia sobre la marcha, según lo que flotaba por mi cabeza. Me faltaría subir la revisión del perfil de lector, en estos días la estare subiendo. Saludos y hasta el martes proximo!

3 comentarios:

Lisandro Gallo dijo...

Hola Pablo!
Podrías revisar en el texto algunos temitas de puntuación y la cohesión léxica.
"Aunque muchos no me creen. Otro piensan que estoy errado...", "aunque daba esa expresión".
Dado el género que elegiste podrías jugar un poco más con el suspenso, pensar mejor la trama, las capas del relato, la dosificación de la información.
Saludos!

Lisandro Gallo dijo...

Ah, acá va la respuesta a tu consulta por los links a los blogs.
Tenes que ir a la solapa de "Diseño", ahí se te abre el diseño de tu blog, elegis la opción "Añadir un Gadget", ahí hay una serie de opciones, tenes que elegir "Lista de blogs".
En la ventana que se abre cliqueas "Agregar un blog a tu lista" y ahí tipeas la dirección del blog que queres agregar.
Tenes opciones para ordenarlos en forma alfabética, ordenarlo de acuerdo a quien tuvo la actividad más reciente en el blog, ponerle un nombre diferente en tu lista (por ej el nombre de tus compañeros, sino lo cambia, el nombre que va a figurar es el del blog).
En fin, si persisten los incovenientes, consulte nomás.
Saludos.

Pablo Páez dijo...

Me gustó el formato tipo "diario íntimo" o bitácora. Pero me parece que la historia quedó grande para resumirla en tan poco texto. O yo me fui imaginando algo grande con los primeros párrafos. Por ejemplo, cómo lo matan a Claudio. Un FAL es un Fusil de Asalto Ligero, de ahí la sigla. Calibre 7,62mm, es un pedazo de fierro. Lo usa el ejército. Te ponen un tiro, te tumban. Una ráfaga de 3, en semiautomático, te parte al medio. VEINTE TIROS, no queda ni el recuerdo del muchacho.
Luego, el perfil de "joven obrero": yo ahí me empecé a imaginar algún ajuste de cuentas gremial (aunque semejante muerte correspondería a otra época que no es esta). Luego vino lo de la timba y la vida nocturna, ahí puede ir un despilfarro semejante de plomo con el FAL, tipo mensaje mafioso.
Lo que quiero decir es que en los detalles mismos de una muerte, hay mucha información.
Lo otro que me gustó es que pinta para cierto lado (lo gremial o lo mafioso) y termina siendo pasional. Estaría bueno seguir a fondo desarrollando esas dos líneas y terminar con que fue el amigo garca, nomás. Pasa que es re corto el espacio acá... maldita consigna!
Pablo.

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